Sentado en esta angustia y distraído,
vagando por la senda de las penas,
perdí lo que más quise ¿qué más queda
que hundirme en estas aguas del olvido?
Odiarte y reprocharte, si has herido
mi alma y mi razón, y que me quema
la furia que a mi pecho lo envenena
y muere en este vaso adolorido.
¿Por qué, dime por qué, por qué te has ido?
¿qué cruel y sucio engaño ha separado
tu cuerpo de mi cuerpo y de mi vida?
Y ahora me abandonas, destruido
¿por qué, dime por qué, si me has amado,
me arrojas a la noche y la bebida?
Del libro "Ambrosía" (Editorial Imaginante 2012)
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