viernes, 17 de agosto de 2018

Será el Apocalipsis



Cuando el ardor depure nuestra carne 
del alma que jamás se le despega 
las aguas que Caronte fiel navega 
el mundo inundarán. Cuando reencarne 

el rey de los inviernos con su amada 
Perséfone abatida, la robada 
muchacha que ascendía en primaveras, 
por siempre marchitando en las primeras 

pisadas del otoño irán sus rostros. 
Perdido eternamente entre las guerras 
del mundo sepultado que nos come 

camina aquél ejército de monstruos, 
del fondo del abismo hacia las tierras. 
El fin comenzará cuando se asome.



Del libro "Funesto" (Libróptica 2014)

lunes, 6 de agosto de 2018

Soledades tan perfectas




Azules pensamientos se marchitan 
en ésta soledad desorbitada. 
La luna se durmió, desorientada; 
silencios que las noches precipitan. 

¿Y dónde está el amor? Si necesitan 
motivos: tengo el alma disecada, 
un sueño baladí, desdibujada 
la cara y la razón me la debitan. 

Las nubes que reflejan mi tristeza 
pronto me llorarán, como si nada 
pudiera detener éste angustioso 

sentido del dolor, en mi cabeza 
no existe más lugar para la ansiada 
historia del amor no doloroso.



Del libro "Funesto" (Libróptica 2014)

miércoles, 1 de agosto de 2018

Lluvias




Bajo la sombra oscura de tu llanto 
se escurren las sonrisas que en las lluvias 
pasadas relucían sin penurias, 
más ahora se retuercen del espanto. 

La hiel devorará todo el encanto 
guardado en tu mirada seductora 
que bien me iluminó; pero que ahora 
desgarra en refucilos. Me amedranto. 

Abriste sin temor esta tormenta, 
sentiste el torbellino haciendo daño 
y anclaste sin temerle a la marea. 

Si causa soy, mujer, de tu hambrienta 
y fiera pesadilla, no sea extraño 
que ciego el corazón ya no me vea.



Del libro "Funesto" (Libróptica 2014)

jueves, 26 de julio de 2018

Después del accidente



  Aquél grito lo sacó de su ensueño. Era de noche y los pasillos del hospital estaban vacíos. Intentó llamar a la enfermera, pero fue inútil: el hombre que murió aquella tarde, había regresado.

domingo, 22 de julio de 2018

La pianista



  Desde hace tiempo, incluso años, cada vez que me es posible, duermo escuchando Chopin. Quizás Scriabin, Mozart o Beethoven, pero prefiero Chopin. Y escribo, de vez en cuando escribo. Bien o mal, pero lo hago. Y me libera. También leo: Benedetti me habla siempre, y me habla de vos. Él lo sabe y yo lo sé. Y me da la sensación de que en el fondo, vos también sos parte de ese silencio. Porque aunque aún no seas parte de mi vida, estás ahí. Y yo estoy acá: imaginando tu voz femenina, imaginando tus dedos sobre el piano, imaginando tus ojos leyendo. Y por ahora, eso me basta. Porque como él también (o tan bien) lo dijo: "Es tan lindo saber que usted existe".

martes, 17 de julio de 2018

Si te amo, me condeno



Si he de soñarte es mía la desdicha. 
Contenta al corazón toda esperanza, 
aún más si es en tu piel donde descansa 
la idea de encontrarme con la dicha. 

Si he de soñarte es mío el desencanto 
de hallarme en un abismo en el buscarte, 
tener desilusión como estandarte 
y ahogarme el corazón en este espanto. 

Si sueño con tenerte me condeno 
a ser un desgraciado en mis visiones 
y hacer de esta ilusión un cruel veneno. 

Más siempre perderé mis corazones 
y siempre mi calor será el ajeno 
en cada renacer de mis pasiones.



Del libro "Funesto" (Libróptica 2014)