Cae y cae sin cesar.
¡¿Qué me espera en mis sueños?!
A un hada vi llorar
y vi caer los árboles muertos.
Nadie se asoma (nadie se atreve)
sólo los duendes danzan
vienen bajando junto a una crece
cadáveres blancos que avanzan.
Falleció aquella niña
lo anunció el noticiero
la sombra enredó los años
y se llevó a la niña primero.
En aquél lugar de ensueños
que los pájaros visitan
vagará el alma, calma
de la pequeña niñita.
Se la llevó consigo el agua
¡La niña aún no despierta!
Asechaba esperando el momento
la vieja Muerte...
disfrazada de tormenta.
Del libro "Versos Mustios" (Dunken 2010)
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