Mustias palabras deshojan
horas de fría agonía.
Sucios placeres de vida,
malas costumbres que estorban.
Recuerdos grises se doblan
en la esperanza perdida
¿Será verdad o es mentira
que el amor siempre nos sobra?
Y ya mis ojos se nublan
por la gris niebla encendida
y por dolores que abundan.
Ahora mis ojos se inundan
y mis palabras torcidas
tristes, tu nombre, pronuncian.